Reto 1: ¿De qué hablamos cuándo hablamos de igualdad de género?
Buenas tardes.
En este reto 1 he elegido la opción B para realizar un breve análisis de la desigualdad salarial que existe en la Comunidad Autónoma de Andalucía y que he sufrido a lo largo de años.
Según datos del Instituto Andaluz de la Mujer, en el 2021 la brecha salarial se ha conseguido reducir en un 15%, pero a pesar de ello las diferencias siguen siendo importantes. Los hombres cobran 5.136,15 € más al año que las mujeres en puestos iguales o similares.
En mi caso, estuve trabajando 20 años en una empresa que tenía 80 personas en plantilla y de ellas sólo el 6% éramos mujeres, con salarios inferiores al de los hombres, simplemente por ser del género “femenino”. Entre los principales motivos:
Mayor ausencia para atender a los hijos cuando están enfermos.
Reducción de jornada similares al horario de un funcionario.
Antes de la nueva normativa, permisos por nacimiento más largos que el de los hombres.
Difícil acceso a puestos directivos por el tiempo de dedicación que requiere.
Respecto a la socialización no podría decir si es un factor que repercuta directamente en la brecha salarial pero si es cierto que hay roles de género que se aprenden en la infancia, tal como que, las mujeres se dediquen en su futuro al ámbito familiar (cuidado de hijos, hogar) y los hombres sean los que trabajen para traer un salario a casa. La formación, desde edad temprana, para combatir los estereotipos y roles de género, podría servir como palanca para luchar contra las desigualdades salariales.
Espero que las políticas que se están aprobando, como el permiso por nacimiento del padre, permitan la incorporación de la mujer al mercado de trabajo más fácilmente y el salario sea idéntico, para un mismo puesto de trabajo, independientemente, del género al que pertenezcas así como medidas que permitan un mayor equilibrio en la conciliación laboral y la vida personal de mujeres y hombres. Es necesario reforzar la conciliación entre vida profesional, privada y familiar de manera que permita igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para acceder a un mismo puesto de trabajo.
A pesar de todos los cambios normativos de estos últimos años, con una leve mejora como resultado, esto no ha sido suficiente y, habrá que seguir buscando alternativas para que la desigualdad entre géneros sea cero.
Un saludo
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